Por el
momento, lo vemos en su formato más discreto. El turbante empieza a convertirse
en un complemento más. Habitual en todas sus versiones, tanto para día como
para la noche.
Con él
puedes conseguir desde un aspecto desenfadado y un tanto bohemio, hasta el
glamour de Sophia Loren en Arabesco .
Con
melena suelta o en recogido, las posibilidades del nuevo turbante son infinitas
y todo apunta que su versión más antigua está condenada a imponerse para quedarse.
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